Mi Historia (1a parte)

Les voy a platicar una breve historia mi trayectoria profesional desde 1981 a la fecha, la cual llega a mi mente como una película que va pasando rápidamente y me trae muchas vivencias desde cuando me inicié como Ortodoncista. Al ir revisando el “Curriculum” cosa que no ha sido fácil, primero lo clasifiqué por fechas: meses y años, diploma por diploma. Después lo dividí en lo que aprendí: Asistencia a Cursos, Conferencias y Congresos así como también lo que me ha tocado impartir en Presentación de Cursos, Conferencias y Mesas Clínicas.

La gran mayoría de mis colegas me conocen por haber modificado la Máscara Facial de Petit y haber desarrollado la mía, iniciando este proyecto en 1985 para culminar en 1992 y a partir de esa fecha se han seguido haciendo modificaciones, siempre como un proceso de mejora continua. Esta labor no fue fácil debido a que cuando estudié no había mucha información al respecto, ya que no teníamos las herramientas valiosas como el internet, que hoy en día nos da la oportunidad de encontrar en cuestión de minutos lo que anteriormente tardábamos días.

Como todos sabemos no hay coincidencias, estoy reviviendo la película, en aquella época llegó un doctor a mi consultorio... el Dr. Jorge Calderón, quien había estudiado en Estados Unidos, además de haber sido alumno del Dr. Henri Petit. Platicando con él de muchos temas, coincidimos en trabajar y vivir por la misma zona; aquí nació una amistad que duro varios años hasta que Jorge se regresó nuevamente a los Estados Unidos. El me facilitó los primeros artículos del Dr. Petit y fue testigo del desarrollo de mi Máscara Facial. Con Jorge di varios cursos de educación continua en la Asociación de Ortodoncia del Distrito Federal, así como también en la Asociación de Ortodoncia del Estado de Nuevo León, en donde hice muchos amigos, entre ellos el Dr. Alfonso Treviño Cañamar, distinguido Maestro de impecable presentación y elegancia; por cierto recuerdo gratamente que después de un curso nos hicieron una entrevista que salió en la televisión.

Viene a mi memoria que en aquella época su hijo Alfonso Jr. era recién egresado como Ortodoncista, y con quien también tuve la oportunidad de convivir, él ahora es uno de los pilares de la Ortodoncia de Monterrey; de hecho me tocó todavía tener la suerte de ver el homenaje que se le hizo a Poncho, como todos lo conocían, en el Congreso de la A.M.O. en Mérida en marzo de 2009. Desafortunadamente, más adelante me enteré que Poncho había fallecido, lo que fue una sensible pérdida para nuestra profesión.

Regresando al desarrollo de la máscara facial, todo inició en un proceso de ensayo y error, haciendo la primer máscara en mi laboratorio en forma manual, revisando la literatura existente, principalmente la del Dr. Henri Petit, quien era líder en el área y quien transformó el concepto de Máscara Estática (sin movimiento) en Máscara Dinámica, creando el concepto de “Tratamiento acelerado con Máscara de Protracción”.

Al hacer el análisis de la máscara, encontré que se podía mejorar, haciendo una serie de modificaciones con la finalidad de hacerla más eficiente, fácil de adaptar y con un desarrollo de ingeniería que ofreciera nuevas ventajas competitivas. Lo inicié para resolver mi problema, para tratar a mis pacientes con el nuevo concepto de “Protracción Maxilar”, ya que en esa época se pensaba que el problema era solo de la mandíbula, de ahí el nombre de “Prognatismo Mandibular”. Así que como todo en la vida, la Máscara nació para resolver una necesidad.

También recuerdo que en el Hospital Manuel Gea Gonzáles fabricaban una Máscara para resolver el mismo problema pero con un concepto distinto al mío y después de un tiempo empezaron a utilizar la mía.

El proceso fue interesante pero no fácil, como Ortodoncista yo sabía perfectamente el aparato que necesitaba, siempre con la idea de hacerlo más seguro y eficiente. Fue así que inicié el proyecto, teniendo fe y la seguridad en mi proyecto, por lo que puse manos a la obra. Poco a poco empezó a tomar forma, haciendo correcciones, resolviendo problemas que no estaban detectados y con la intención de hacer un aparato diferente, que pudiera realizar más funciones, mejorando las ya existentes, además de ser ajustable, dinámica y reduciendo el tamaño de las superficies de anclaje.

Al principio fue difícil y nadie creía en mi Máscara, escuchaba los comentarios que decían “Morales” está loco, pero a pesar de todo siempre seguí adelante persistiendo con mi idea. Aquí llega a mi mente la reflexión mexicana de la “Olla de cangrejos”... cuando uno quiere salir los demás lo jalan y no lo dejan.

Hice caso omiso y continué trabajando, pues ya había resuelto mi problema para tratar este tipo de pacientes y estaba seguro de que esto podría ayudar a los colegas ortodoncistas sin importar su país de origen. Insistí hasta que tuve la oportunidad de presentarla en el “Grupo Insiders” de la Compañía “Ormco”, que por cierto me acompañó y fue testigo el Dr. Jorge Calderón.

Por cierto, les voy a contar una anécdota:

La presentación de la Máscara Facial fue en un “Meeting del Grupo Insiders” en Steam Boat, Colorado. Después de viajar a la ciudad de Colorado debíamos tomar una pequeña avioneta para llegar a Steam Boat y el vuelo sería de aproximadamente 15 minutos. Mi esposa y yo subimos a la aeronave y resulta que los pasajeros se sentaban de frente uno con otro. Nos tocaron los asientos de adelante y mi esposa al ver el tipo de “Cucaracha” en la que íbamos a volar dijo en voz alta, “Dios mío si este avión no va llegar, mejor que no despegue...”. Finalmente, la avioneta tomó pista y al momento de despegar le falto potencia y no se elevó, mencionando el piloto que el vuelo iba a ser cancelado. Después de este suceso, Jorge Calderón, quien nos acompañaba comentó: “Contigo es una seguridad viajar ya que a ti si te escuchan desde allá arriba”.

Al llegar nuevamente para preguntar por los vuelos nos dieron la noticia de que por el mal tiempo, entre lluvias y nevadas, los vuelos estaban suspendidos hasta el día siguiente. Situación que me preocupó porque mi presentación sería la primera del día siguiente, estaba programada a las 7 de la mañana. Para entonces ya eran las 8 de la noche. Después de mucho insistir y juntarse varios doctores que teníamos la necesidad de llegar a tiempo, la línea aérea nos ofreció llevarnos en una Suburban. Así de este modo después de viajar con mal tiempo llegamos finalmente al hotel al alrededor de las 2 am. Descansamos un poco y a las 7 en punto ya estaba listo en el auditorio para realizar la presentación.

Recuerdo muy bien que presenté una plática y cuatro mesas clínicas para dar a conocer la Máscara Facial. Me llamó la atención cómo desde la primera mesa clínica se inició una gran expectación y buenos comentarios a todos los niveles, después vino la segunda y la tercera mesa clínica en la que me expusieron su interés por mi producto. En la cuarta mesa, un ingeniero de Ormco vino para invitarme a desayunar al otro día con la intención de llegar a un acuerdo comercial.

Finalmente, ellos sí creyeron que mi proyecto era viable… una realidad que se denominó desde entonces: A.D. Protraction Facemask.

El Dr. Alan Bagden fue uno de los muchos doctores que estuvieron presentes, me felicitó y se interesó mucho en mi plática, por lo que me solicitó que le facilitara mi material, mencionándome que me daría todos los créditos por la presentación del mismo y así mismo reconoció que era el aparato más eficiente de aquellos años para tratar los problemas de la Clase III. El Dr. Bagden fue conferencista del Congreso de la AMO en México en 1993 con el tema “Tratamiento Temprano”.

Desafortunadamente no pude asistir a ese Congreso, sin embargo, a partir de ese momento el Dr. Fernando Morales se empezó a hacer famoso en México y lo empezaron a conocer en el extranjero; bien dice el refrán “Nadie es profeta en su tierra”. Después de todo lo anteriormente mencionado, la historia cambió, me llamaron los Ortodoncistas más importantes de México para conocer y obtener mi Máscara y he sido invitado a la mayoría de las Universidades del país.