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Un 10 de abril

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Les comparto, una carta de despedida que escribí por la pérdida de mi madre, con la intención de que la recuerden y la mantengan en su memoria, en esas fechas especiales, en las que invariablemente estará presente para compartir en gratas conversaciones. 

CARTA A MI MADRE

Hola Ma, yo sé que aunque ahora estemos en dos planos diferentes, no perderemos la comunicación, porque estoy seguro de que desde donde te encuentres siempre nos seguirás iluminando. 

Qué casualidad!, tu partes en un 10 de abril, la misma fecha en que me acompañaste con mi Papá, cuando hice mi examen profesional hace ya muchos años y durante éstos me viste crecer como  esposo y profesionista, así también me viste formar y disfrutar de mi familia, que siempre te quiso  con Maritza, mis hijos y mis nietos. 

Me pongo a pensar en el estilo muy peculiar con el que nos educaste, ocurre que siendo yo el mayor o quizás por ser el varón, a veces, se te pasó la mano en cuanto a la disciplina y los resultados, ya con mis hermanas, al pasar de los años, aprendiste a ser mucho más flexible; Y ahora con el tiempo lo entiendo, a ti y a mi padre, les agradezco dichas diferencias, ya que aprendí entre muchas otras cosas, que para alcanzar el éxito se necesita luchar y esforzarse; Y por supuesto que el ejemplo de Papá, fue un gran modelo que me enseñó a persistir, a sacar mi fuerza ante los obstáculos y a vencer las dificultades con creatividad y buen ánimo, para lograr no sólo los objetivos, sino además aprender durante el proceso. 

Recuerdo que después del examen profesional,  hubo una celebración en la casa y también les leí una carta de agradecimiento. Nuevamente estoy un 10 de abril, expresando mis más sentidos pensamientos sobre una experiencia que cambiará mi vida, por más que trato de  encontrar el significado,  lo único que encuentro, es que esta casualidad abre la opción de un nuevo examen… tu partida es una oportunidad para revalorar mi vida, para saber que tanto he aprendido a vivir  y disfrutar, el día con día.

Pocas personas reciben el aviso de que pronto partirán, este último año con tu par de visitas previas al hospital, y luego, esta tercera y definitiva,  nos fue preparando para el final, supimos que podría ser un proceso largo, durante el cual tuviste muchos despertares serenos que nos llenaron de alegría para luego, enfrentar tus crisis y aceptar que las esperanzas eran disueltas en una dura realidad. Todos los momentos dentro y fuera del hospital, fueron una serie de duras pruebas que alteraron nuestras vidas y nos permitieron a cada uno de nosotros tus hijos, conocernos más y apoyarnos; dejar en nuestros hijos, la enseñanza de estar unidos y resolviendo con amor, tolerancia y paciencia, porque eran tantas  tus ganas de luchar, que nos motivaban a pensar en soluciones imposibles por momentos…

El prepararnos para tu partida no fue nada fácil,  fueron seis semanas cargadas de sentimientos encontrados, de dudas y de mucha tensión, a veces con la impotencia de no saber la mejor forma de atenderte, de liberarte del dolor… y cada día, era tan diferente del anterior, esa montaña rusa de  nuevos retos y problemas por solucionar. Y así estuvimos dando vueltas, subidas y bajadas emocionales mientras que despertabas, para luego ver tu presencia frágil afectada por las circunstancias insalvables…

He querido ver los sucesos desde tantos puntos de vista, me evalúo una y otra vez… y me viene el recuerdo de tu gran capacidad de observar,  agradezco profundamente y admiro tu don para percibir y gozar de la belleza de las cosas más simples, como admirar del azul del cielo, el verde matizado de los árboles,  el singular color de las flores, oír el distinto canto de los pájaros,  en pocas palabras podías disfrutar de toda la belleza que esta puesta a nuestro alcance, y que tristemente las más de las veces, pasamos desapercibida por dejarnos llevar de la prisa de las cosas cotidianas.

A fin de cuentas, analizo y me doy cuenta de que me dejaste mucha tarea! ayúdame a aumentar el enfoque de mi vista para poder percibir lo que normalmente no me permito ver, ayúdame a afinar el oído para tener mayor capacidad de escuchar lo que sucede a mi alrededor, y que no sea bloqueado por el suceder impulsivo de mis pensamientos… ayúdame a ser más sensibles con el tacto, porque no sólo sirve para diferencias temperaturas y texturas, sino que va más allá… recuerdo que con el sencillo acto de sentir mi mano, tu percepción era tan amplia que me dijiste en alguna ocasión: Hijo, ¿De qué estás preocupado? 

Tus sentidos, abiertos y analíticos, con los que procurabas disfrutar de la vida, de los regalos de la naturaleza y sobre todo del contacto con la gente, tuve la oportunidad de conocer a tus amigas del tejido, ahora que fueron a verte, te tenían un gran cariño y a pesar de ser la mayor de todas,  coincidían en que además de que te distinguía lo muy arreglada de tu persona, por encima les demostraste mucho cariño, que contaron siempre con tus consejos y de tus comentarios tan oportunos. Recuerdan que hace poco todavía les llevaste buñuelos y me comentan que les llevabas chocolates y en algunas ocasiones eran los que te traía Alicia, quiero decirte que me dijeron que te van a extrañar porque eras una parte importante del grupo.  Cuando te fueron a ver al hospital y fui testigo de las lágrimas que no pudieron contener, ya que  presintieron que tu partida estaba cercana. Por cierto, ellas asombradas siempre de tu habilidad para tejer sin usar lentes, imagínate cuando se enteren que sólo podías ver con uno de tus ojos y de lo sorprendente que era verte leer sin lentes!!!

Me llena de orgullo saber lo querida que fuiste por tus amigas vecinas también, que se mantuvieron atentas y te acompañaron en tus últimos días en casa. Mucha gente te extrañará, eras ejemplo a tus 88 años, de disfrutar de la compañía de quienes te necesitaban, todavía hace como dos meses me tocó llamarte a las 9 de la noche a tu departamento, para mi sorpresa todavía no habías llegado y horas después que pude llamarte, me dijiste que habías estado muy contenta, sin duda siempre pudiste valorar la amistad, la convivencia. 

Perdóname si se me están saliendo las lágrimas al escribir estos recuerdos, pero no puedo reprimir lo que estoy sintiendo y prefiero que lo sepas… como ahora viene a mi mente, que la última vez que comimos juntos, al despedirme me diste la bendición, ya que me iba al congreso de Guadalajara mismo que no terminé, fue cuando mis hermanas me avisaron de lo ocurrido y regresé apenas pude.

Tu sabes que yo no soy mucho de estas nuevas tecnologías, ahora estoy sorprendido del poder que tienen para comunicar, son rápidas y se comparten imágenes, hacen de todo para conectar a las personas; lo que es muy valioso considerando que Ali esta en Francia, por lo que te cuento que abrimos el canal de “Hermanos” para decidir las cuestiones que evitamos fueran públicas; para la gran mayoría de la familia estaba el que nombramos “Abuela” y en donde se comentaban tus reportes de salud, cambios importantes y muchas veces si se requería algo en especial, siempre recibiendo el apoyo de alguien. Con mis hijos y sus esposas abrimos el canal de “Piensa positivo” ya que en ocasiones necesitábamos de una retroalimentación especial y al leer esos pensamientos positivos nos daban el oxígeno necesario para tener más fuerzas y continuar con los desafíos del nuevo día.  

Sigo reflexionando sobre todo el proceso, esta experiencia nos permitió conocer a los verdaderos amigos que siempre estuvieron  al pendiente de ti, con su presencia  y con sus oraciones, a mis colegas ortodoncistas que tuvieron el gusto de convivir contigo en algunos viajes a congresos y que te demostraron mucho cariño. 

Esta carta me da la oportunidad de agradecer a nuestros familiares más cercanos que nunca nos dejaron solos, de todos los que preguntaron día con día como la cariñosa atención de mi suegra Selvia,  fueron tantos los que nos acompañaron en tu despedida, si acaso lo pudiste ver, supiste aún de forma más nítida que yo lo cercanos que se mantuvieron y espero de alguna forma, también te puedas despedir de ellos.

Es importante mencionarte que celebramos dos misas, en las que se llenó la capilla en su totalidad, en la primera Fernando mi hijo te escribió y leyó un mensaje que nos conmovió a todos, ya en la segunda, Ali me pidió que leyera unas palabras, el cual fue también muy emotivo, ya que a pesar de vivir en otro continente, todos los días te llamaba por teléfono y fui testigo de que siempre estuvo al pendiente de ti,  habiendo venido en los últimos 30 días en dos ocasiones y en ésta última, tuvo que irse a pocos días de tu partida final.

Me doy cuenta de que todos, todos los que te conocimos y te quisimos, familiares y amigos, estamos pensando que nos dejaste al partir. Mira que, muchas veces le preguntaba a Dios ¿Por qué fue tan largo tu proceso?,  y es que fue muy difícil verte en ciertas condiciones, que al darnos cuenta de cómo tu vida se iba paulatinamente apagando a nosotros la impotencia nos robaba el sueño y la paz, ya no queríamos que se alargara tu agonía! Ma, tuve la fortuna de estar contigo  la noche anterior de tu  partida y recuerdo que tu manita ya no tenía la fuerza de sujetarse a la mía… para decirte “estoy aquí”.

Tenemos como hijos tuyos la tranquilidad de estar presentes en el momento final, ya en las últimas horas estuvimos Maritza, Keny, Cristina y Alicia, a la distancia, despidiéndote en calma, dejándote ir con la serenidad de que al llegar al cielo encontrarías a todos tus seres queridos, acompañándote para que no tuvieras miedo, cerramos ciclos, de  cierto que cuando te volvimos a pedir perdón  y que te dijimos que te perdonábamos, si habías cometido algo, pude ver en tus ojitos como se formó una lagrima que nunca cayó, quizá por lo débil que ya te encontrabas… sin embargo con la paz que todos queríamos inspirarte, te acariciamos mientras vimos poco a poco como se fue apagando tu respiración hasta que exhalaste tu último aliento. -Y ahora que recuerdo, que tuve la dicha de estar con Maritza cuando despedí a Papá la noche que murió-.

Durante todo este proceso, nos estuviste preparando para tu partida y quiero decirte que en tu funeral, se me fue esa tristeza y se convirtió en alegría, al verte rodeada de tanta gente que siempre te quiso, -y  me consta  que te va a extrañar-.

Y así llegamos otra vez a un 10 de abril, sigo de pie frente al examen, puedes estar segura de que muchas cosas van a cambiar porque siento la certeza de haber entendido tu mensaje, además me dará mucho gusto más adelante cuando me reúna contigo, que me puedas decir que sí lo aprobé.

Mientras tanto recuerda que te Amo. Hasta siempre, Ma.

Quiero agradecer aún más a Maritza mi esposa, mis hijos Fernando y Eduardo a mis nueras Gaby y Ana, a mi hija Karen que vino especialmente de lejos a cuidar amorosamente de su abuela y mi yerno Daniel,  así como mis nietos: Sofí, Fer, Becky y Lalito porque su compañía me hizo menos sufrible todo el proceso.

Agradezco la compañía de mis hermanas con sus familias, a todos mis familiares y amigos, a mi equipo de trabajo, que nunca me dejaron solo.

En forma muy especial también quiero agradecer a los doctores que siempre estuvieron atentos a nuestras necesidades, al equipo de enfermeras  y a Daniela que fue su Ángel de la guarda y que la acompañaron las 24 hrs del día. 

A todos muchas... muchísimas e infinitas gracias.

P.D. como decía el sacerdote de la segunda misa “Alicia no te podremos olvidar”.

Last modified on Viernes, 27 Julio 2018 17:40

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